Estudio acota los riesgos y destaca la importancia de contar con la adecuada supervisión en el mercado.
por Jessica Marticorena - 09/06/2009 - 09:43
Hace un par de semanas que al escritorio de la Comisión Nacional de Energía (CNE) llegó el informe de 500 páginas que elaboró la Corporación Nuclear Eléctrica de Chile, filial de la empresa rusa Intermash.
Se trata de uno de los tres estudios que la CNE adjudicó a fines de noviembre de 2008 que servirán como base y marco referencial para un eventual desarrollo de esa opción energética en el país.
El informe recoge el trabajo que realizaron durante cuatro meses siete expertos de la compañía estatal rusa Rosenergoatom, propietaria y administradora de las 31 centrales nucleares que operan en Rusia. Los especialistas analizaron los impactos y riesgos de la opción nuclear y su comparación con otras fuentes de energía.
Los resultados del informe aún no son públicos y el representante de la firma en Chile, Anatole Gubin, adelanta que una de las conclusiones centrales del análisis es la necesidad de contar con una autoridad nacional reguladora autónoma e independiente. "Para desarrollar la energía nuclear en Chile, previamente se necesita formar una autoridad nacional reguladora, una entidad que aunque sea estatal, funcione de manera independiente y autónoma", afirma Gubin. El estudio propone la creación de una especie de "policía nuclear, un fiscalizador que supervise que las plantas nucleares funcionen de acuerdo con los estándares técnicos internacionales", dice Gubin.
Para ello, Gubin sostiene que al igual que otras naciones que han desarrollado este tipo de energía, la entidad debería estar integrada solo por expertos, nombrados por el Presidente de la República, como ocurre hoy con el Consejo del Banco Central. Lo anterior implicaría tener autonomía fnanciera y estatutos especiales.
La nueva autoridad reguladora debería rendir cuenta a la Agencia Internacional de Energía Nuclear.
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