DISCURSO MARCHA MAPUCHE 10 OCTUBRE 2011-11 October, 2011
Los ricos, que son los mismos que nos gobiernan, acumularon sus riquezas mediante el despojo, el asalto, el genocidio, impidiéndonos, con ello, la libre-determinación como Pueblo Mapuche.
Mari mari pu peñi, pu lamgen, pu wenüy. Fewla piaiñ taiñ rakiduam:
Cada vez se escucha más fuerte: El capitalismo es el problema! porque este sistema no trae más que muerte, desigualdad y dominación. Porque mientras pocos tienen forestales, represas, bancos, universidades, mineras, los más, concentramos sólo la amargura de la vida arrebatada, convertida en una mercancía.
Los ricos, que son los mismos que nos gobiernan, acumularon sus riquezas mediante el despojo, el asalto, el genocidio, impidiéndonos, con ello, la libre-determinación como Pueblo Mapuche.
El sistema capitalista, que en carne y hueso es la clase empresarial y política de chile, nos mantiene en una condición colonial, al no permitir
- mediante la violencia- la autonomía que como pueblo nos corresponde, solo mostrándonos como objetos folclóricos, y no como actores políticos con derechos colectivos.
Hoy, el neoliberalismo nos promete multiculturalidad, que no es más que un nuevo tipo de colonialismo, al detenerse sólo en los elementos culturales como fetiches de la tolerancia, y no en los debates estructurales del sistema político y económico. Nos permiten identificarnos y hablar de la cultura, pero cuando esa identidad y cultura movilizada exige derechos políticos que atormentan su sistema, sólo nos entregan la represión. De este modo, nuestro horizonte no puede cuestionar simplemente al Estado, sino al sistema económico que lo crea y lo reproduce, el Capitalismo Colonizador.
Los brazos del Capital se expanden sin fronteras, así ocurrió hace más de 500 años con la invasión española a nuestra América, así ocurrió con la invasión del Estado chileno y argentino al Wallmapu hace menos de 130 años. Así ocurre hoy con privatizaciones múltiples y salvajes, desde la tierra al agua, desde la educación a las semillas. Mapuche, chilenos y otros pueblos, sufrimos las consecuencias de un sistema que pretende convertir todo en mercancía, intentando con ello eliminar toda experiencia de solidaridad y autogestión, que es la base para seres humanos para una nueva sociedad. Por ello, es necesario declararnos anticapitalistas y trasformar así la propiedad de la tierra, el agua, la educación, la salud, y avanzar como pueblos distintos, chilenos y mapuche, pero con un enemigo común, hacia una sociedad igualitaria y descolonizada.
Los estudiantes mapuche y chilenos han dado muestra, hace ya cinco meses, que la lógica del mercado no da para más. ¿Cómo responde el gobierno de turno? De la única manera que sabe, reprimiendo. ¿Cómo actúa el mal-gobierno? pretendiendo construir, con la ayuda de los medios de comunicación masivos, la autodefensa en una condena, tildando a los encapuchados de delincuentes, cuando no son más que la respuesta inmediata a la violencia de los aparatos represivos del Estado; cuando sólo se cubre el rostro lo que ellos nunca han querido ver.
La represión pega fuerte y distintas maneras, bien lo saben nuestras comunidades militarizadas, conviviendo diariamente con la fuerza policial; bien lo saben nuestros presos políticos acusados de terroristas. Afortunadamente varias de las acusaciones se derrumban por sus inconsistencias, los montajes judiciales se desmoronan, tal como ocurrió con los peñi Tralcal y Waikilao o los hermanos del denominado “Caso Bombas”. Ahora, esto no quiere decir que dejemos de preocuparnos por nuestros presos, debemos seguir movilizados para detener el terrorismo jurídico y la persecución política, porque el encarcelamiento de ellos “significa la prisión de todos quienes comulgamos con las mismas ideas de liberación”.
Por estas mismas razones es que debemos frenar el proyecto de ley que pretende impulsar el gobierno de derecha de Sebastian Piñera, intentando establecer condenas más altas a las prácticas de protesta y resistencia.
Pu peñi pu lamngen, debemos seguir avanzando. Nuestro camino continúa por los senderos de la recuperación de nuestro territorio y autonomía. Por y para ello es indispensable la movilización en todos los espacios posibles, en las comunidades y en las ciudades, en el sur y en Santiago. Es tarea de todos reconstruir nuestro pueblo nación mapuche, desde donde estemos.
Asimismo, hacemos un llamado a los chilenos sin nada más que sus brazos, un llamado para encontrarnos en un diálogo de pueblos distintos, pero que conviven en un mismo espacio, para construir un nuevo tipo de relación, basado en el respeto y la solidaridad, sin racismo ni discriminación, que tienda puentes de lucha contra el enemigo común.
Pu peñi pu lamngen, aunque estemos lejos de nuestro Wallmapu, podemos luchar por nuestro territorio, podemos pelear por nuestros derechos. La lucha es de todos y todas. Tenemos voz, tenemos fuerza, tenemos la obligación de construir poder movilizador; tenemos el desafío de la unidad y la esperanza de que pronto nuestro pueblo tendrá su añorada libertad.
ORGANIZACIÓN MELI WIXAN MAPU
OCTUBRE 2011
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