Enviado por Patricio Segura Ortiz• Directiva del Sindicato de Trabajadores de la Construcción llamó a los trabajadores de toda la región “a no dejarse engañar, porque –de construirse las represas- aquí va a suceder lo mismo que en Ralco donde a la gente le dieron trabajo por dos o tres años, y luego quedaron abandonados”, con contaminación y problemas sociales.
• Dirigentes expresaron que es el momento de defender la región de los intereses de las trasnacionales y si hay que hacer más acciones “las haremos, hasta el final”.
Luego de acceder a información sobre los impactos de las represas y el tendido eléctrico, y conocer la experiencia del Alto Bío Bío con la construcción de las centrales Pangue y Ralco, uno de los sindicatos más fuertes de la Región de Aysén se pronunció públicamente contra los proyectos que impulsan las empresas Colbún y Endesa tendientes a represar los ríos Baker y Pascua, y la minera Xstrata en el caso los ríos Cuervo, Blanco y Cóndor en el fiordo Aysén.
El presidente del Sindicato de Trabajadores de la Construcción de Coyhaique Ricardo Guarategua, junto a la directiva en pleno, expresó su rechazo a estas iniciativas, llamando a los trabajadores de toda la región a “no dejarse engañar” por quienes impulsan este tipo de intervenciones.
“La Región de Aysén hay que defenderla a como dé lugar. Hasta cuándo los extranjeros vienen a robarnos nuestras aguas, ahora el capital lo vienen a sacar desde España. Es hora que los ayseninos nos paremos, como los campesinos lo están haciendo hoy en una justa lucha que están llevando adelante” expresó.
“Hago un llamado a los trabajadores a que no se dejen engañar, aquí va a suceder lo mismo que ocurrió en Ralco donde a la gente le dieron trabajo por dos o tres años y luego quedaron abandonados” dijo, recordando además la experiencia de Edelaysen que sí contrató un porcentaje de personal regional para la construcción de la central Lago Atravesado, la cual en la actualidad opera prácticamente sola.
El vicepresidente del gremio, José Cayún, fue más drástico. “Como sindicato hemos recopilado información y analizado el tema. A la vez tenemos la experiencia de cuando se quería instalar Alumysa, que decía lo mismo: desarrollo para la región, más trabajo para la gente, que el nivel y la calidad de vida de los trabajadores aumentaría y eso era una gran mentira” puntualizó, señalando que “ahora vienen con las represas y nos prometen lo mismo, lo cual también es mentira”.
Sobre la supuesta contradicción en que un gremio de trabajadores esté en contra de iniciativas que generarían empleo, manifestó que “quizás nuestra gente se puede entusiasmar cuando le hablan que van a contratar 4 mil trabajadores por una cantidad de años, pero nosotros le decimos que no será así, que se va a contratar gente para el roce, para los caminos, pero será pega para algunos años y para gente calificada. Pero una vez que se hagan los caminos, se instalen las faenas, esa gente la van a echar para su casa y después vamos a mirar las represas de lejos. Y quizás no nosotros, pero sí nuestros hijos, nuestros nietos, sufrirán la contaminación todos los años que dure la represa, al igual que los pobladores que están siendo engañados hoy. Para eso tenemos el testimonio de la gente de Alto Bío Bío que hoy está arrepentida”.
Concluyó expresando que “nuestra postura como sindicato es decirle a toda la gente que ha sido engañada que todavía es tiempo para arrepentirse y que es una gran mentira, y por eso como sindicato, todo el directorio, decimos que no a las represas, porque tenemos que defender nuestra región y nuestras aguas. Y si hay que hacer otras acciones, las haremos, hasta el final”.
Rosa Aguilar, del Departamento Femenino del gremio, planteó que “yo también soy mujer, soy mamá, y mi postura es que no se construyan las represas. Es un daño que le hacen a la gente, donde vienen a prometer cosas, a decir que va a haber trabajo, y todo eso es mentira. Es sólo engaño para que caiga la gente. Yo también tengo niños que pueden ser afectados”.
La directiva del Sindicato de Trabajadores de la Construcción de Coyhaique, que hoy tiene jurisdicción sobre la zona sur de Aysén, está compuesta además por el secretario Pedro Gallardo, la tesorera Ángela Córdoba y la directora Gladys Tenorio, en tanto que por el Departamento Femenino participan la tesorera Alicia Espinoza y la directora Teresa Colín. El gremio cuenta actualmente con más de mil socios, de los cuales más de 200 entre hombres y mujeres participan activamente.
Comunicaciones
Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida
http://www.aisenreservadevida
Brotes de Aysén: el pueblo Williche-Mapuche lucha por recuperar y fortalecer su cultura
Enviado por Patricio Segura Ortiz
• Comunidad Guaquel Marimán ejecuta en Puerto Aysén proyecto que avanza en este sentido.
En la Región de Aysén se ha reconocido desde siempre la importancia de la etnia tehuelche que pobló en sus orígenes estas tierras patagónicas, pueblo del cual hoy no quedan sobrevivientes producto de las políticas de exterminio del denominado hombre blanco supuestamente civilizado que llegó posteriormente a estos parajes.
De eso hace muchos años y de tanto mirar a esos primeros habitantes, el Estado ha obviado a quienes sin ser tehuelches mantienen la identidad de un pueblo que vivió en otros territorios pero que actualmente también habita en esta región. Son las comunidades y organizaciones mapuches que mediante su propia acción y en algunos casos con apoyo gubernamental hoy pueden relevar su cultura sorteando los embates de un sistema de vida donde el mercado y lo económico es el motor de la sociedad.
La comunidad williche-mapuche Guaquel Marimán de Puerto Aysén está en este empeño, y fue así que con recursos del Fondo para la Asociatividad de Organizaciones de Interés Público del Ministerio Secretaría General de Gobierno ejecuta el proyecto “Choyún de Aysén” (Brotes de Aysén), que propende a la conservación, sentido de pertenencia y difusión de la cultura de su pueblo entre las entidades con las cuales se asociaron para llevar adelante la iniciativa: las comunidades williche-mapuche Melipichún Nitor y Nahuelquín Delgado, y las asociaciones indígenas Mawün Mapu
(Tierra de Lluvia) y Ayuntun Mapu (Amada Tierra).
Iniciaron la ejecución del proyecto a principios de noviembre, continuando con talleres donde se compartieron experiencias en torno a comida tradicional y muday. Uno de los temas abordados fue la cosmovisión de los pueblos originarios, en muchos aspectos distinta a la cristiano-occidental que predomina en la sociedad chilena. También profundizaron en su historia y legado cultural, programando para el próximo domingo un encuentro de prácticas rituales con un werkén de Panguipulli. El cierre se contempla para el 6 de enero con la presencia de una intérprete mapuche proveniente de Santiago.
Una de las impulsoras de “Choyún de Aysén”, Luisa Guaquel Marimán, explica que su comunidad cuenta con alrededor de 50 integrantes, que conforman un solo tronco familiar. “Este proyecto está fundamentado en recuperar nuestra cultura ancestral, queremos que brote la cultura aquí en nuestra tierra, la cultura williche”.
Al momento han ejecutado la mitad del proyecto, con la participación no sólo de los miembros de las organizaciones y comunidades ejecutoras, sino también de personas de origen mapuche que se han interesado en integrarse a los encuentros.
EL PUEBLO MAPUCHE Y LAS REPRESAS
La comunidad Guaquel Marimán tiene como lugar de constitución el predio en que sus padres se instalaron al llegar a la región hace muchos años, en el sector del fiordo Aysén, en la cuenca del río Cuervo. “Dentro de la recuperación de nuestra cultura está el respeto de nuestra ñuke mapu (madre tierra) y justamente nuestro campo está muy cerca de la represa Río Cuervo que quieren hacer acá. Y como comunidad indígena hemos manifestado nuestras observaciones al estudio de impacto ambiental que se hizo” puntualiza Luisa Guaquel.
Sobre los eventuales impactos de este proyecto expresa que “por supuesto que es algo que va a alterar fundamentalmente nuestra cultura, nuestra sociedad, porque van a llegar otras corrientes que nos van a alejar mucho más de lo que nosotros queremos recuperar. Y para nosotros como mapuches la tierra no se vende y el campo de nuestros padres lo tenemos como legado cultural para nuestras familias y fue nuestro lugar de constitución. Esa tierra jamás va a ser vendida”.
Comunicaciones
Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida
http://www.aisenreservadevida.cl/
• Comunidad Guaquel Marimán ejecuta en Puerto Aysén proyecto que avanza en este sentido.
En la Región de Aysén se ha reconocido desde siempre la importancia de la etnia tehuelche que pobló en sus orígenes estas tierras patagónicas, pueblo del cual hoy no quedan sobrevivientes producto de las políticas de exterminio del denominado hombre blanco supuestamente civilizado que llegó posteriormente a estos parajes.
De eso hace muchos años y de tanto mirar a esos primeros habitantes, el Estado ha obviado a quienes sin ser tehuelches mantienen la identidad de un pueblo que vivió en otros territorios pero que actualmente también habita en esta región. Son las comunidades y organizaciones mapuches que mediante su propia acción y en algunos casos con apoyo gubernamental hoy pueden relevar su cultura sorteando los embates de un sistema de vida donde el mercado y lo económico es el motor de la sociedad.
La comunidad williche-mapuche Guaquel Marimán de Puerto Aysén está en este empeño, y fue así que con recursos del Fondo para la Asociatividad de Organizaciones de Interés Público del Ministerio Secretaría General de Gobierno ejecuta el proyecto “Choyún de Aysén” (Brotes de Aysén), que propende a la conservación, sentido de pertenencia y difusión de la cultura de su pueblo entre las entidades con las cuales se asociaron para llevar adelante la iniciativa: las comunidades williche-mapuche Melipichún Nitor y Nahuelquín Delgado, y las asociaciones indígenas Mawün Mapu
(Tierra de Lluvia) y Ayuntun Mapu (Amada Tierra).
Iniciaron la ejecución del proyecto a principios de noviembre, continuando con talleres donde se compartieron experiencias en torno a comida tradicional y muday. Uno de los temas abordados fue la cosmovisión de los pueblos originarios, en muchos aspectos distinta a la cristiano-occidental que predomina en la sociedad chilena. También profundizaron en su historia y legado cultural, programando para el próximo domingo un encuentro de prácticas rituales con un werkén de Panguipulli. El cierre se contempla para el 6 de enero con la presencia de una intérprete mapuche proveniente de Santiago.
Una de las impulsoras de “Choyún de Aysén”, Luisa Guaquel Marimán, explica que su comunidad cuenta con alrededor de 50 integrantes, que conforman un solo tronco familiar. “Este proyecto está fundamentado en recuperar nuestra cultura ancestral, queremos que brote la cultura aquí en nuestra tierra, la cultura williche”.
Al momento han ejecutado la mitad del proyecto, con la participación no sólo de los miembros de las organizaciones y comunidades ejecutoras, sino también de personas de origen mapuche que se han interesado en integrarse a los encuentros.
EL PUEBLO MAPUCHE Y LAS REPRESAS
La comunidad Guaquel Marimán tiene como lugar de constitución el predio en que sus padres se instalaron al llegar a la región hace muchos años, en el sector del fiordo Aysén, en la cuenca del río Cuervo. “Dentro de la recuperación de nuestra cultura está el respeto de nuestra ñuke mapu (madre tierra) y justamente nuestro campo está muy cerca de la represa Río Cuervo que quieren hacer acá. Y como comunidad indígena hemos manifestado nuestras observaciones al estudio de impacto ambiental que se hizo” puntualiza Luisa Guaquel.
Sobre los eventuales impactos de este proyecto expresa que “por supuesto que es algo que va a alterar fundamentalmente nuestra cultura, nuestra sociedad, porque van a llegar otras corrientes que nos van a alejar mucho más de lo que nosotros queremos recuperar. Y para nosotros como mapuches la tierra no se vende y el campo de nuestros padres lo tenemos como legado cultural para nuestras familias y fue nuestro lugar de constitución. Esa tierra jamás va a ser vendida”.
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